lunes, 17 de enero de 2011

And boom goes the Dynamite!!!


El ambiente se notaba más cargado según pasaban los minutos de espera. Comenzó a chispear tímidamente, pero lo suficiente como para que empezase a percibirse un cierto olor a perro mojado.

Desde el coche, Pennetone y Portelli repasaban los últimos flecos del brusco plan que debería acabar con Petto de Pollo en cuestion de instantes. Su función era distraer en el momento clave para dar tiempo  a gneta a accionar la bomba y así dar paso a los fuegos de artificio, como los había calificado, visceralmente, Pennetone.

Por fin aparecieron dos coches. Del primero bajaron Nelson con dos secuaces, y del segundo, Andreotti con otros tantos, más grandes que ninguno que hayamos descrito antes.

En el suelo, George no sabía que hacer, tenía interiorizado su papel en la trama, pero se arrepentía de ello a cada paso que oía acercarse a este grupo de personas que claramente no tenían buenas intenciones hacia su persona.
- Estás despierto, pinche pendejo?- Espetó Nelson al llegar hasta donde yacía Torrini. -¿quién demonios te ha dejado así de guapo? Y lo más importante, ¿Dónde está el tema?

George soltó magistralemente la primera línea de su guión. -¿el tema? No se a que te refieres.

Nelson sacó su pistola y le apunto a la cabeza. ¿testah riendo de mi cabrón? ¡EL TEMA, LA PELÍCULITA! ¡ DONDE CARAJO ESTÁ !
No sé por qué, pero a George le debió hacer gracia la expresión, pese a la tensión del momento, y empezó a reír, lo que le costó una patada en las costillas.
Portelli desde el coche, empezaba a impacientarse, preguntó si se podía fumar en el coche, recibiendo la negativa de Mammadou. -¿Damos la señal ya al comeorejas? esto se está alargando demasiado…
-Relájate, no le van a hacer nada sin saber donde está la mierda, aunque la tengan delante de sus narices.

Y es que Pennetone había colocado la mercancía (o al menos, parte de ella) en la C-15,  esa que iba a volar por los aires en breves,  aun cuando a Maggie no le parecía buena idea, ya que sería desperdiciar todo el beneficio que proporciona un lote completo.

A  todo esto, George ya estaba sobre el capó de uno de los coches recibiendo el interrogatorio tradicional versión, donde esta el tema 2.0. George comenzó a gritar, -¡¡¡¡en la C-15, está todo ahí!!!, Iba a entregárosla, pero esa rata de Portelli me traicionó, me dio una paliza, dijo que quería quedársela él, y empezar el negocio por su cuenta.
Digna de Oscar la actuación de George. Rápidamente, Nelson y los matones se acercaron hacia la C-15, estratégicamente aparcada, y para cuando se acercarón lo suficiente, se escuchó el claxon de un coche reproduciendo la cucaracha, esa era la señal.
Gneta apretó el culo y detonó los explosivos.

La C-15 voló por los aires, y la onda expansiva derribó tambien a Andreotti y George, que quedaron semi inconscientes en el suelo. Gneta no tuvo tanta suerte…El muy lumbrera se había colocado a una distancia prudencial, pero no había caido en la cuenta que esas gasolineras viejas y alejadas de toda civilización tenían un depósito de combustible de reserva, situado casualmente donde ahora crecía el trigo entre el cual este se escondía…Voló por los aires también, pobre diablo.
Andreotti recobró primero el sentido a los pocos segundos, y completamente rojo de cólera, disparó  a Torrini antes de coger su coche y empezar a huir.

No le había dado tiempo a meter la tercera marcha cuando recibió el impactó de otro coche, con Pennetone al volante con cara de desquiciado, el tipo realmente lo estaba disfrutando, y Portelli en el asiento del copiloto blanco como la leche que había almorzado minutos antes.

Pennetone bajó del coche, se acercó hasta a Andretotti que se encontraba dolorido y encerrado entre el amasijo de hierros.
-No es que tenga nada contra ti jefe. Negocios, son solo negocios.
Estas fueron las últimas palabras que escuchó Petto di Pollo antes de que una bala calibre revientabuffalos el entrase entre ceja y ceja.

Tranquilamente Maggie, que había estado plácidamente en el asiento trasero, con el cinturón abrochado, pues lo más importante es la seguridad,  bajó del vehículo portando una carpeta, y la depositó sobre el maletero del coche de pennetone, no sin antes sacar una pala y entregarsela a portelli, a ritmo de  –Vamos papito, cava un poco, así te tranquilizas.

Portelli, a regañadientes cogió la pala y se dirigió a una escombrera cercana donde yace ahora el capo,  mientras George ensangrentado pero sin riesgo de muerte, ya que la bala no le había tocado ningún órgano importante , se acercaba como buenamente podía hacía donde se hallaban los demás, para firmar el  “contrato entre caballeros, y por el beneficio de todos”.  Y vaya si lo fue.

1 comentario:

  1. Muy buen broche Portela, la verdad que ha sido una buena experiencia lo del relato aunque se ha alargado mucho en el tiempo jajaja

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