sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Tu equipo o nuestro equipo? (y II)







Como ya repasábamos la semana pasada, los ejemplos de cómo una organización deportiva podía conseguir que cada uno de sus seguidores

Sin embargo el camino inverso ha sido tanto o más recurrido, e incluso más dañino. Como ideologías enteras han asumido clubes y selecciones nacionales como escaparate de sus creencias, dogmas hitos y a veces hasta sus vergüenzas.

Allá por 1978, cuando Argentina sufría bajo la dirección de una Junta Militar que había desplazado a la democracia 8 años antes, tuvo lugar el Mundial de futbol en el país sudamericano. Era un plan perfecto, no nuevo, porque ya el poeta romano Juvenal le había puesto el nombre de “pan y circo” 1700 años antes, pero un efectividad no había decaído con el paso del tiempo. Seguía siendo la excusa perfecta para olvidarse de los secuestros, torturas, y privaciones que por entonces sufría el pueblo argentino. Desde el exterior numerosas selecciones se opusieron a ser cómplices de este teatro anestesiante, e incluso se conformó una organización conocida como Comité Organizador de Boicot contra la Argentina (COBA) encabezada por franceses y holandeses. Éstos últimos realizaron numerosas donaciones a las Madres de la Plaza de Mayo, por aquel entonces ridiculizadas por el régimen con el sobrenombre “las Locas de la Plaza de Mayo”. Incluso hubo algún jugador que protestó junto a ellas enfrente de la Casa Rosada. Al final el mundial se disputó, algunos dicen que se amañó, pero consiguió ganándolo Argentina, para regocijo del General Videla.

Ha habido otros ejemplos de políticos que han usado como plataforma los sueños de miles aficionados, en lo que yo entiendo una falta de respeto a los abonados, los ejemplos son numerosos y hoy no quiero herir susceptibilidades de nadie, pero todos sabemos de claros exponentes.

Otras veces, las figuras deportivas han servido de chivo expiatorio para purgar todos sus pecados. Así pasó con la casi filmográfica selección de la antigua Yugoslavia durante la pasada guerra de los Balcanes. Un equipo formado por carismáticas estrellas con orígenes de todas las regiones que comprendían la ya extinta republica de Yugoslavia, encabezada por dos jóvenes jugadores, Drazen Petrovic (de origen croata) y Vlade Divac (de origen serbio). Ellos eran  los mejores jugadores europeos del momento, hasta el punto que el viejo continente se les quedó pequeño y fueron de los pioneros al emprender la aventura americana que representaba la NBA. Durante sus primeros años en USA eran amigos, confidentes y casi hermanos. Durante los veranos se juntaban como casi un grupo de amigos para defender los colores de la selección plavi con bastante éxito además.






Pero mientras el país tocaba el cielo proclamándose campeones del Mundo de baloncesto, la realidad social era muy distinta. Comenzaron las matanzas entre croatas serbios y bosnios, las torturas y la guerra llegó con toda su crudeza en 1991.  La realidad social y deportiva no podía ignorarse eternamente y mientras los jugadores de Yugoslavia celebraban en la pista el campeonato, un seguidor saltó a la pista con la bandera de Croacia, y Vlade Divac se la quitó y la tiró a un lado, aludiendo a que este éxito era consecuencia de la unión de los jugadores de toda Yugoslavia. Este gesto molestó sobremanera a Drazen y fue el detonante para que su relación no solo se distanciara, sino para que Divac quedara a ojos de la población croata como el símbolo de la opresión serbia. A raíz de esta historia han filmado un documental que si vuestros conocimientos de inglés os permiten, no deberíais perdéroslo.







Drazen murió tiempo después en un dramático accidente de coche sin que tuviera la oportunidad de reconciliarse con Divac, hecho que a éste último le pesa sobremanera, ya que es muy triste perder valiosas relaciones humanas por divergencias de banderas o de políticos y gente sin escrúpulos. Quizá a veces deberíamos pensar que por encima de la forma en la que gestionarnos económica y socialmente, están miles de personas como tu, tu familia y tus amigos, que sin que nadie les haya preguntado han decidido por ellos y son igual de inocentes que cualquiera de lo que su presidente, cacique o dictador haya decidido.







1 comentario:

  1. Hace poco vi un documental muy bueno sobre el tema de los boicots deportivos... trataba de Sudáfrica con el Apartheid y especialmente duro fue en el Rugby... Para colmo la federación les montó una gira por UK y tela, las broncas eran continuas

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