Se entiende por dopaje la promoción o consumo de cualquier
método o sustancia prohibida en el deporte
que puede ser potencialmente peligrosa para la salud de los deportistas y
que es susceptible de mejorar su rendimiento de manera ilícita. Al leer esta
frase se me plantean varias preguntas. ¿Quién decide qué es y qué no es
peligroso para la salud?¿Quién decide qué mejora el rendimiento de manera
licita e ilicita? ¿Por qué si esta frase no matiza en deportes hay un diferente
criterio a la hora de tolerar los límites de presencia de sustancias
dependiendo de la federación o asociación deportiva de turno?
Desgraciadamente no se puede hablar del dopaje moderno, sin
pasar por el ciclismo, posiblemente el deporte cuya imagen ha sido más dañada
por este tema. Tras muchos años de barra libre, en 1998, en visperas del inicio
del Tour de Francia, se filtró un chivatazo de un agente de Aduanas en el que
se decía que se había interceptado un cargamento a nombre del masajista del
equipo Festina con más de 200 ampollas de hormona del crecimiento e ingentes
cantidades de testosterona. Por aquellas fechas las leyes no eran muy claras
con respecto al dopaje por lo que los primeros arrestos se efectuaron
refiriendose a los cargos de “importación de medicinas sin autorización”. Entre
estos arrestos se encontraba todo el staff técnico del equipo ciclista y todos
sus corredores, entre los que se encontraban ilustres de este deporte como
Moreau, Brochard, Zülle o Hervé, lo cual doto a la noticia de mucha más
repercusión que una detención cualquiera. Además la gendarmería francesa registró
a todos los equipos españoles, a un par de italianos y a uno holandés, con el
que presuntamente se ensañaron más allá de lo permitido. Todo esto derivó en un
parón del pelotón ciclista, en boca de un Bjarne Riis que más tarde confesaría
haberse dopado, y el comienzo de una época negra para el deporte de las dos
ruedas. Patrocinadores que desaparecen, presidentes de la Unión Ciclista
Internacional detenidos, ganadores de grandes vueltas desposeidos de sus títulos
por positivos, estrellas sancionadas, etc…
La historia, aunque parecía acabada, ha resurgido últimamente
con toda su fuerza con el positivo de Alberto Contador, hasta la fecha triple
ganador del Tour de Francia. La historia de Alberto, termine como termine, da
para una pelicula (y al menos su propia entrada) y ante la poca actividad de
los responsables de gestionar esta herida, una gran y dolorosa hemorragia en el
ciclismo.
Pero no en todos los sitios el dopaje esta igual de
diabolizado, ya que estas sustancias también conocen sus paraísos, tanto
legales como de oficio. España, mal que nos pese a algunos, es sin duda uno de
estos últimos. Oficialmente el doping esta perseguidisimo, tenemos un
secretario de estado para el deporte que parece un disco rayado proclamando la
limpieza del deporte español y se recrea con los números éxitos de la era
moderna. La realidad es bien distinta, ya que si bien el refrán dice que todos
los caminos conducen a Roma, las jeringuillas usadas de triple generación señalan
hacia la piel de toro, que si de algo puede “alardear” es de tener entre sus
ciudadanos a uno de los grandes gurús del mundillo, el doctor Eufemiano
Fuentes, el mismo que protagonizaba dantescos reportajes peridisticos en los
albores de los 80 en los que se recogían las “novedosas técnicas implantadas en
el deporte español que mejorarán notablemente el rendimiento de nuestros
atletas”, una frase tan clara que ni yo me atrevo a llamarlo eufemismo. Menos después de saberse el maestro de ceremónias de la red de dopaje que mediodesenterró la fiscalia, y digo medio porque a pesar de encontrarse numerosas bolsas sangre con nombres en clave de deportistas en el propio apartamento del Doctor Fuentes, sospechosamente solo se filtraron nombres "politicamente correctos".
Los americanos, que nos llevan siglos de distancia en
algunos aspectos, no tienen casos de dopaje en muchas de sus ligas profesionales,
y no es porque no existan, sino porque no se persiguen. En la NBA vemos como
jovencitos y escualidos europeos consiguen subir 15 kilogramos de puro
músculo en 4 o 5 meses, saltarines sobrehumanos, velocistas de otro planeta,
etc… y nadie niega que no se consigue a base de potajes de la abuela, o de
McFlurris en su caso. Si a esto le añadimos la condición que tiene la Asociadión
Estadounidense de Baloncesto de no someterse a controles en las competiciones
organizadas por la FIBA (Federiación Internacional de Baloncesto), en las que
por cierto si son analizados los fluidos del resto de selecciones, el que no
pueda verlo no es que sea ciego, es que es tonto.
La verdad que no he seguido el caso de Contador lo poco que he visto es a la prensa frances y americana tirándose a la yugular y a la española diciendo que como es español no se puede dopar... Vamos muchos intereses por todos lados...
Hace poco vi unas estadísticas que decían que España tenía un problema en temas de dopaje aunque muchos otros países no andaban muy bien tampoco...
PD: Veo la entrada como el culo, me faltan palabras, hay cosas de color... jajaja surrealista
La verdad que no he seguido el caso de Contador lo poco que he visto es a la prensa frances y americana tirándose a la yugular y a la española diciendo que como es español no se puede dopar... Vamos muchos intereses por todos lados...
ResponderEliminarHace poco vi unas estadísticas que decían que España tenía un problema en temas de dopaje aunque muchos otros países no andaban muy bien tampoco...
PD: Veo la entrada como el culo, me faltan palabras, hay cosas de color... jajaja surrealista
y hoy por hoy podriamos decir que esta entrada era premoritoria, y que el doctor fuentes "queria" saltar a la palestra de neuvo...
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