domingo, 21 de noviembre de 2010

GALLETAS I

Sí, sí, I que habrá más partes…
Hoy os pondré la receta para unas riquísimas galletas, podríamos decir, de té. En la siguiente entrada os explicaré cómo hacer muchísimo más especiales estas galletas, así que hoy, con el perdón de la SGAE no citaré mis fuentes, para no chafar la sorpresa. Prometo por Ramoncín citarlas en GALLETAS II.

Ingredientes:
250gr de mantequilla a temperatura ambiente
250gr de azúcar glass
1 huevo XL a temperatura ambiente (si es más pequeño, un huevo más una yema)
650 gr de harina (yo utilizo la de repostería)
1 chorrito de leche, siempre que haga falta
Aroma al gusto (yo le pongo bien de canela, que me encanta y además es afrodisíaca)


Batir la mantequilla hasta que tenga una textura suave y esté blanquecina. A continuación vamos añadiendo el azúcar poco a poco y tamizada. Hasta que estén los dos ingredientes bien integrados, tardará un poco… Aquí tenemos una deliciosa mantequilla Soriana casera… pero vamos a por las galletas.


Ahora le añadimos los huevos ligeramente batidos y el sabor deseado. (a parte de las especias que se nos ocurran y acostumbremos a utilizar, existe una amplia gama de aromas artificiales…) Lo mezclamos todo muy bien.
 

 


Ya es el momento de empezar a añadir la harina poco a poco y tamizada. Si tenéis robot de cocina, suerte la vuestra, pero sino cuando la batidora (con las varillas) empiece a quemaros un poco las manos es el momento de lavaros las manos y a la masa… Mi consejo, aunque parezca absurdo, es que añadáis la harina a cucharadas y hasta que no esté integrada no echéis mas, os resultará mucho más sencillo. Puede que, cuando acabéis de echar toda la harina, la masa esté desmigada, entonces hay que empezar a echar cucharadas de leche, poco a poco hasta que la masa forme una bola. Si os pasáis con la leche podéis echar un poco de harina… pero con cuidado que sino os podéis tirar así todo un día. La masa os quedará pringosa, porque lleva mucha mantequilla, pero nunca pegajosa!


A continuación ponemos la bola de masa encima de un papel vegetal (el de horno) y le damos forma redonda y chata. Lo dividimos en cuatro partes. Reservamos 3 y nos quedamos una. Con las manos le damos forma rectangular y ponemos otro papel vegetal encima. Y empezamos a estirar la masa con el rodillo. Es importante que  la masa tenga el mismo grosor en toda su superficie. Podéis utilizar diferentes tipos de guía (poner dos listones de madera a los lados, o dos libros…) pero yo me he comprado las gomas de silicona “Wilton” que se ponen en los extremos del rodillo. Se supone que solo se pueden utilizar con el rodillo “Wilton” pero yo fui a los chinos y al segundo rodillo que se las probé ya le iba (y 20 veces, sin exagerar, más barato). Cuando ya tengamos la masa estirada la ponemos entre dos papeles de hornear y sobre una bandeja y a la nevera. Hacemos lo mismo con los otros tres trozos de masa. Los podemos guardar unos encima de otro pero siempre con papel de hornear entre medio.

Tienen que estar en la nevera mínimo 3 horas, pero yo lo suelo hacer de un día para otro o incluso dos, porque acaba bastante harta de la masa… jeje. Sacamos la masa de la nevera, le pasamos el rodillo un par de veces y procedemos a cortar. Si tenéis cortadores de lujo, sino imaginación… las abuelas utilizan un vaso... Vamos colocando las galletas en la bandeja del horno. Hornearlas por tamaños y formas, que no todas necesitan el mismo tiempo. Los recortes sobrantes los unimos, les damos forma, y los metemos en la nevera unos 15 minutos. Las puristas os dirán que hagáis esto un máximo de tres veces, yo lo hago hasta que me quedo sin masa, eso si, como quedan algo diferentes (que no malas) las pongo aparte. Las galletas ya cortadas las volvemos a meter a la nevera para que endurezcan, unos 10 minutos, o hasta que tengáis tiempo de hornearlas (no las dejéis un mes… jaja).

Se precalienta el horno a 180º y metemos las galletas unos diez minutos. A media altura o un poco más alto. Hay que estar pendiente, que en medio minuto se queman, además que lo de los 10 minutos es una guía, no todas necesitan el mismo tiempo. No las tostéis mucho que cuando las sacamos, hasta que se enfrían se siguen dorando. Las pasáis a una rejilla (ideal) o a un plato hasta que se enfríen. Si solo utilizáis una bandeja de horno, tenéis que esperar hasta que se enfríe para poder volver a utilizarla. Ahora con la ventana abierta se enfría enseguida, pero también la podéis pasar por debajo del grifo y secarla. Con esta receta a mi me han salido unas 6 o 7 bandejas… Si no queréis tantas galletas, pero ya que os ponéis a hacer la masa hacéis la receta entera, podéis congelar las galletas ya cortadas antes de hornear. Las guardáis en Tupper entre hojas de papel de hornear.





Este es el resultado, como podréis comprobar pensé mucho en Antonio haciendo las galletas y a la hora de cortarlas utilicé este cortador (si me das tu dirección te envío unas cuantas, que están hechas con mucho amor). También utilicé otros, pero esas formas ya las dejo para el día de las GALLETAS II.

Des de aquí agradecer la impagable ayuda de Jaume. Eres el mejor tamizando mi amor, I LOVE YOU. 



4 comentarios:

  1. jajajaja me ha gustado mucho :) , cuando me decida a hacerlas además de guiarme por esta señora receta te llamaré por eso del apoyo moral =)

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja las de gato le molan al Antuan seguro... ya está comprando los ingredientes...

    Que fotos hago...

    ResponderEliminar
  3. tia yo no se si tutorizarte mas recetas... que luego te salen mejor q a mi!!! jajaja

    ResponderEliminar
  4. Yo ya las he hecho, pero con harina de rábano

    ResponderEliminar